Llegue exhausta a la prisión, sin contar con que me había perdido pues
había tenido que intentar despistar a las gemelas, lilibeth estaba furiosa
conmigo, en mas de una ocasión alcance a evitar por poco los hechizos que
lilibeth me lanzaba, por desgracia, los pobres árboles no sufrieron la misma
suerte, se detuvieron de la nada y no me siguieron mas, al llegar a la prisión
me alegre al ver que ellas no estaba allí, por lo que pude respirar mas
aliviada.
·
Me alegro
de poder verla sola, espero que no haya corrido ningún riesgo innecesario y
haya convencido a las gemelas con buenos argumentos y no las haya echo enojar-
me dijo el cautivo
·
No se
preocupe, si llego a tener algún problema con ellas ya me las arreglare yo,
después de todo no pueden tratarme como a una niña pequeña, ahora ¿seria tan
amable de decirme para que solicito mi presencia?
·
Es mi
deseo y deber advertirle que en el bosque hay muchos que nos oponemos al
circulo, desde que usted desapareció, ellos se volvieron mas corruptos que
nunca e incluso han comenzado a practicar magia negra para obtener lo que
desean, deberá cuidarse, ahora que ha vuelto a las gemelas no les queda mas
opción que devolverle el poder de líder del circulo a usted, se unirán al grupo
de rebeldes y los pondrá en su contra para tratar de eliminarla, le ruego que
tenga cuidado no podemos permitirnos el perderla de nuevo, si me disculpa estoy
muy cansado- dicho esto cerro los ojos y se durmió.
Salí de allí muy pensativa, no me apetecía volver al castillo, pero
debía caminar con cuidado, aun no me
acostumbraba a usar vestido y zapatos casi sin suelas, camine sin rumbo fijo
como por media hora me detuve al llegar a un claro donde una cascada surgía de
la nada hasta un lago cristalino, el lugar era tan bello y el agua se veía tan
pura que me entraban ganas de tirarme en ella o sentarme sobre la hierba a
descansar, intentaba decidirme que hacer cuando noto que las aguas se inquietan
y de ellas surgió un dragón de escamas tan celestes
como el cielo al mediodía, sus colmillos tan blancos como la nieve que veía en
la cordillera desde mi hogar en el otro mundo, sus ojos eran grises.
·
¿Quién osa invadir mi territorio sin permiso previo?
·
Lo lamento
mucho si le e importunado con mi presencia, yo solo estaba caminado por el
bosque cuando llegue a este hermoso lugar
·
Esa voz, ¿será posible? ¿Camila eres tú? Tantos
años sin verte, había oído rumores de tu regreso, pero no podía creer que
fueran ciertos, sin embargo aquí estas mas joven que cuando desapareciste, pero
eres tu, tan parecida a tu madre…
·
Disculpe
si interrumpo, pero ¿podría contarme algo acerca de mi madre?- no pude evitar
esa petición, siempre oía que la mencionaban, pero yo no sabia nada sobre ella.
·
Por supuesto pequeña, yo la guardiana del agua conocí
muy bien a tu madre; se decía que ella era la hija del sol y la luna debido a
que apareció en este mismo claro durante un eclipse lunar que curiosamente
ocurrió 9 meses después de un eclipse solar, hasta esa noche siempre aparecían
por este lugar, exactamente donde estas parada ahora, el espíritu del sol y el
de la luna, bajaban a compartir un rato con nosotros los dragones, pero en ese
eclipse lunar no vino ninguno, y no han vuelto a aparecer, esa noche al
terminar el eclipse lunar apareció una recién nacida, tu madre, ella tenia el
cabello dorado y unos ojos color miel al igual que el espíritu del sol, su piel
era tan pálida como la del espíritu de la luna, fue criada por la abuela de las
gemelas quien tenia una hija nacida apenas dos días antes, todos quisieron
mucho a tu madre, menos su hermana de leche, tu madre fue el primer ser vivo en
poder comunicarse con nosotros a la tierna edad de 5 años, desde ese momento la
nombraron embajadora, el tiempo paso y ella era cada vez mas bella, tan bella
como la luna llena, nunca se supo como conocieron a tu padre, a la edad de 20
años, solo se sabe que el apareció por primera vez en este mundo durante una
tormenta y desapareció al siguiente, nunca nos hubiéramos imaginado que se habían
conocido sino hasta 4 meses después, cuando el reapareció como si nada y tu
madre confeso que estaba embarazada, el tipo ese se fue durante la noche, 5
meses después tu naciste y tu madre fue asesinada por aquella que la cuidaba
como una hermana mayor, 4 meses después nacieron las gemelas, eso es todo lo
que sabemos de tu madre, los dragones te cuidamos hasta tu décimo cumpleaños,
luego del cual tu decidiste vivir con tus semejantes y enseñarles a utilizar
magia, quienes por lo menos en este lugar del mundo no sabían valerse de ella
por que lo habían olvidado.
·
Muchas
gracias por todo, creo que será mejor que vuelva al castillo y calme a las
gemelas, adiós espero volver a verla algún día.-dije, necesitaba pensar en lo
revelado, no quería volver al castillo pero no tenia otra opción
·
Cuídate pequeña, no solo de las gemelas, sino
que también de aquel ser que llego junto a ti.-dicho esto se sumergió en el agua
Cuando las aguas del
lago volvieron a la tranquilidad me fui, ahora muchas cosas tenían un sentido
para mi, en los libros aparte de mencionarme como embajadora, se me mencionaba
como nieta de los astros, perdí el rumbo de mis pensamientos al distinguir a la
distancia a una figura humana, estaba de espaldas a mi, y a pesar de la
distancia pude distinguir sin problemas que no era de este mundo, eso me decía
que era el aquel ser que llego junto a mi, a causa del tiempo ya había olvidado
su nombre, pero estaba completamente segura de que era el, me pareció que iba
acompañado, pero puede haber sido mi imaginación, me detuve hasta que el
desapareció de mi vista, no podía arriesgarme a que notara mi presencia, luego
reanude mi camino, al llegar al castillo entre lo mas sigilosa que pude.
·
No podemos
permitirle que se siga comportando así, pero tampoco podemos hacer nada contra
eso, después de todo es la mimada de los elementales, aunque no lo note siempre
esta rodeada por ellos- decía lilibeth
·
Calla que
puede llegar en cualquier momento- le ordeno su hermana
Espere un rato antes de seguir avanzando para que no supieran que había
escuchado, pasados unos minutos camine
·
¿se puede
saber en que pensaba? Pudo haber sido muy peligroso para usted- me dijo lilibeth
al verme entrar, lo cierto es que no le preste atención.
·
Lo bueno
es que esta a salvo, ahora vaya a dormirse – sugirió morgana
Estaba cansada, no lo
negare, solo quería dormir, aunque recién fueran las 5 de la tarde, me acosté y
me dormí de inmediato, mi sueño no fue para nada tranquilo, soñé con el día de
mi regreso a este mundo, pero en vez de continuar viendo los sucesos ocurridos
acá, vi lo ocurrido en el mundo humano: “me buscaban, no vieron la chimenea
gigante, pero si mi pulsera con cascabeles que me había regalado mi amiga Sofía
hace un tiempo atrás, no me había dado cuenta que se me había caído, la policía
nos busco y no nos encontró, nos dieron por muertos, mi familia, mis amigas y
amigos lloraban, todos menos ella quien mirando la foto que tenían de mi y
apretando en sus manos la pulsera me reclamaba –“me prometiste que siempre volverías, no me dejarías sola, siempre que
te necesitara tu ayuda vendrías a mi,
pero me mentiste, estas muerta no puedes venir a mi, me abandonaste” se
podía ver que luchaba contra las lagrimas y no permitía se le acercaran a
intentar calmarla…
Desperté era media
noche, opte por levantarme y buscar la pulsera, revise todo y no estaba,
“entonces es cierto”- pensé- “perdí mi pulsera y todos me dan por muerta”, estaba
triste por lo que me fui a la biblioteca a leer, para mi sorpresa había un
libro que estaba escrito con una caligrafía algo infantil, era mi propia letra,
era mi propia vida lo que había escrito en ese libro, desde los diez años en
adelante, iniciando con mi despedida de la guarida de los guardianes, una
pagina narraba un pequeño viaje realizado junto al guardián de la tierra al
mundo de los muertos, el infierno, esa había sido la primera vez que se me
llamo nieta de los astros, también había estado jugando con un enorme perro de
3 cabezas y caballos con fuego, me había divertido mucho en ese lugar, el libro
continuaba con mi vida en este castillo y mi relación con las gemelas, comenzó
a darme sueño, cerré el libro y me retire a dormir nuevamente.
Desperté poco antes
del amanecer, pensando en la forma de saber que pasaba en el otro mundo, aunque
no podía hacer nada, cualquier indicio de mi preocupación provocaría que las
gemelas los mataran a todos.
Toc-toc…. Ya llegaron…
- El entrenamiento de hoy queda suspendido
como castigo por su comportamiento anterior- decreto lilibeth- en su lugar
usted debe asistir a una junta urgente donde usara este vestido
El vestido era
realmente horrible, no solo por el color, sino que también por la confección,
asentí silenciosamente, mi ánimo no estaba como para soportar una discusión, en
cuanto salieron de mi habitación me lo puse, hasta un saco de papas hubiera
sido mejor como vestido.
Salí de mi habitación
y las seguí.
Llegamos a un castillo
algo mas pequeño que el mió, un grupo de ancianos nos esperaban en la puerta,
se presentaron y conversaron un rato con las gemelas, pero yo no pronuncie
palabra alguna, ninguno de los integrantes del circulo me inspiraba la
confianza suficiente como para que yo dijera algo, me concentre en mis propios
pensamientos, tan abstraída estaba en ellos
que no alcance a reaccionar a tiempo cuando se decidió eliminar el nexo
de este mundo con el de los humanos, pero tampoco me pidieron mi opinión, y
cuando quise opinar lilibeth me obligo a guardar silencio.
No lo lograrían, no
romperían el nexo, no sin mi ayuda y yo no los ayudaría, aunque una parte de mi
me decía que no tenia sentido proteger el vinculo con un mundo que me creía
muerta, definitivamente debía darle una pista a mi familia ¿pero como? Solo de
una cosa estaba realmente segura, no obtendría ningún tipo de respuesta hasta
reconstruir mi pasado y tan solo me faltaban dos dragones para ello.
- Y la situación empeora- escuche que
decían- los dragones aire y tierra se niegan a tener cualquier tipo de
relación con nosotros, si esto continua así todos moriremos, la tierra
esta en nuestra contra y el viento se niega a correr por estos bosques,
falta poco para que los otros dos los apoyen, ni siquiera nos quieren
escuchar cuando decimos que ella ha vuelto
- Entonces la solución es fácil, querido
compañero, enviémosla a hablar con ellos, es una misión peligrosa, pero es
nuestra única alternativa- opino morgana
- Entonces todo decidido, Camila mañana
temprano saldrá camino a dialogar con ellos, ¿entendió bien?- me pregunto
lilibeth
- Si- dije rápidamente analizando lo mas
rápido posible todo, yo necesitaba hablar con ambos dragones y ahora era
enviada a hablar con ellos, no sabia si era coincidencia simplemente o si
la suerte estaba de mi lado
La reunión se alargo
más y más con cada pequeño tema que ellos hallaban, lilibeth y morgana dieron
por finalizada la reunión ya cerca del anocher, yo estaba que me quedaba
dormida, pero aun así resistí hasta llegar a mi hogar, en cuando llegue a mi
habitación me dormí de inmediato, ni siquiera comí algo, el día siguiente seria
largo y agotador para mi, por lo que había entendido, tendría que salir de este
bosque siguiendo un mapa hasta dar con el guardián del aire, luego de dialogar
con ella tendría que continuar mi camino hasta la guarida del dragón de tierra,
quien me había cuidado cuando yo era una recién nacida.
Camine sin descanso
siguiendo el mapa que me habían entregado, por mas que caminaba no llegaba a mi
destino, cerca de las 6 de la tarde la parte mas pesimista de mi me decía que
el mapa no era el correcto, que me habían enviado a mi propia muerte, sin
pescar mucho a esa parte de mi mente seguí mirando el mapa mientras caminaba, por
poco y me caigo en un acantilado, el vestido se enredo en un arbusto e hizo que
me fijara por donde caminaba, de no haber sido por eso hubiera terminado muerta
en este mundo.
“que raro, esto no esta en el mapa…emmmmmmm…
despistada fíjate, has estado viendo el mapa al revés todo el trayecto en vez
de ir al norte estas caminando hacia el sur”- comenzó a hacerme notar mi propia mente, eso
explicaba el por que no llegaba aun a mi primer destino.
Di la media vuelta y
comencé a retroceder en el camino, tendría que evitar completamente mi hogar,
no tenia animo para explicarle a las gemelas mi error, camine y camine era
cerca de la medianoche cuando llegue cerca de mi hogar, sentí deseos de entrar
y descansar bien, pero decidí mejor seguir caminando hasta que no pudiera mas,
camine toda la noche sin saber de donde sacaba energía necesaria para ello,
cuando la luna ya estaba dando lugar al sol me quede dormida en medio del
bosque.
Mi sueño fue
intranquilo “estaba sentada en una roca, en el claro al cual llegue mi
primer día en este mundo, entre mis manos estaba un libro y yo lo leía
atentamente, unos pasos me desconcentraban y frente a mi apareció aquel ser que
no pertenecía a este mundo, su nombre se me había olvidado por completo y no lo
veía con nitidez, me miraba fijamente y como siguiendo la orden de alguna otra
persona lanzaba una bola de fuego en mi contra, yo la esquivaban y corrí hacia
el castillo, las gemelas me bloquearon el camino diciendo: “ahora el poder quedara en las manos
correctas y no en las de una persona mimada por los espíritus de la naturaleza
a quienes ella no se atreve a intentar controlar, esos seres deben ser
conquistados a la fuerza y no tratarlos como iguales, pero con tu muerte ellos
nos obedecerán al 100%” dicho esto lilibeth me tomaba del cuello, morgana
sujetaba mis manos y una tercera persona me lanzaba una bola de fuego…”
No pude seguir
durmiendo, ya era mediodía y era totalmente consiente del peligro que corría al
estar tan desprotegida durmiendo, comí un poco de pan que tenia del día
anterior y continué mi camino, no recordaba con exactitud lo que había soñado,
solo los rostros de quienes habían intentado acabar con mi vida.
Ya en la tarde logre
llegar a mi primer destino, o por lo menos acercarme arto, mi destino era la
sima de una gran montaña, debía escalarla y llegar hasta la sima que estaba
cubierta de nubes.
- Como demonios esperan que suba esta cosa,
es muy empinada y de superficie casi totalmente lisa…-termine hablando
sola, o eso creía.
- ¿en
verdad has olvidado todo sobre tu vida en este mundo?-dijo una voz a mi lado- debes recordar quien eres en realidad,
no eres solo Camila la más poderosa de este mundo, eres mucho mas que eso.
Como es lógico me
asuste, a mi lado había una sombra y era ella quien me hablaba.
- Como
no recuerdas nada, tampoco puedes verme, pero todas las respuestas están
en tu interior, bueno yo vuelvo al mundo humano, cuidare de aquellas
personas que te importan y si quieres puedo darles a entender que estas
viva en algún lugar del universo…volveré pronto-dicho esto la pequeña sombra desapareció
de mi lado
Quien era, no lo se,
pero algo en su voz me tranquilizo.
Bueno, solo me quedaba
pensar, y observar bien esta montaña… ¿y si gritaba?, dudo que alguien me
escuchara, solo me quedaban dos opciones: la rodeo buscando una subida o me
pongo a escalar… difícil decisión
Si la rodeaba buscando
una subida era posible que fuera en vano y si la escalaba era posible que
encontrara en algún momento un camino mucho más fácil.
Opte por rodearla,
nada perdía con eso, para mi buena suerte, existía un camino para subir, lo malo es que era algo
empinado.
- Bueno, en marcha ya he hecho algo parecido
antes…- ya hablaba sola.
Me tomo toda la tarde
en llegar recién a la mitad de la montaña, ya estaba anocheciendo, como había
luna nueva no podría ver nada ni a un centímetro frente a mi, a menos que yo
misma creara una fuente de luz.
Busque por todos los
rincones de mi mente hasta dar con la forma, la luz surgió frente a mi ojos y a
pesar de ser blanca e iluminar todo a mi alrededor no me molestaba a la vista,
con ella a mi lado avance en la noche, cerca del amanecer no pude dar un paso
mas y me recosté a dormir sobre una roca plana que había cerca…
“¿Camila?¿estas
viva?¿donde estas? Por que no regresas si estas viva…”- en mis sueños
había escuchado la voz de alguien buscándome, algo le había dado la impresión
de que yo aun vivía, esto me dio las fuerzas necesarias para seguir adelante,
ahora mas que nunca estaba decidida a buscar la forma de regresar.
- Animo, tu puedes una montaña no se
interpondrá entre tu y tu pasado.-ya me había acostumbrado a hablar sola,
pero era primera vez que me hablaba a mi misma como si fuéramos dos seres
distintos, bueno primera vez desde que llegue a este mundo por que antes
incluso discutía conmigo misma y mas parecía que mas de dos personas
discutieran a la vez
Observe la posición
del sol, gracias a el podía asegurar que había amanecido hace poco, es decir,
había dormido apenas unos minutos, esto terminaría matándome si continuaba de
esta manera.
La guardiana del aire
me sorprendió al verla era de escamas blancas al igual que sus colmillos, pero
sus ojos destacaban al ser de color entre tanto blanco, eran color celeste
- ¿Qué
buscas en este lugar joven mortal?¿que quier… Camila?¿pero como es
posible? Ha pasado tanto tiempo y en vez de envejecer estas más joven que
antes ¿Dónde estuviste pequeña? Te extrañábamos tanto y los duendes se
reían de nosotros diciendo que sabían donde estabas pero siempre negándose
a decirnos, nunca e entendido como es que te agradan tanto.
- Poderosa guardiana del aire vengo ante su
presencia en busca de parte de mi pasado en este mundo, he estado
habitando el mundo humano y sin saber como regrese a este lugar, no he rejuvenecido, en ese mundo
yo soy de esta edad, el guardián del fuego y la guardiana del agua me han
contado parte de mi pasado, pero no esta completo.- dicho esto le conté
todo lo que sabia a la bella dragona de escamas plateadas, ella hizo lo
mismo, ahora todo iba teniendo sentido para mi, todo menos el por que las
gemelas deseaban mantenerme en este mundo y matarme.
Se ofreció a llevarme
hasta el guardián de tierra, en el trayecto me contó mucho sobre ellos, el como
podían cambiar de forma por lo que muchos habitantes consideraban extintos a
los dragones, el camino fue largo y pude descansar bien, aun a lomos de un
dragón el viaje duro semanas, los ratos en los que estaba despierta observaba
el bosque desde las alturas, era tan bello, y en un determinado momento me
pareció ver a dos personas que iban camino a una montaña, pero era mi
imaginación por que desde esa altura era imposible que pudiera distinguir a
alguna persona…
Llegamos a una cueva
en el bosque, nos despedimos y entre, no me podía permitir temerle a la
oscuridad, cree una fuente de luz y avance, frente a mi había un enorme
dragón de escamas verdes con reflejos plateados
durmiendo, era el, el dragón que me había salvado y criado estaba ahora,
nuevamente, frente a mis ojos durmiendo me recordaba a un gran gatito durmiendo
frente a una estufa…
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