Todo el ambiente me era hostil, por vagos
recuerdos de mi parte humana sabia quien era esa niña en cuyos ojos podía ver la preocupación por aquella parte que ya no estaba junto a
mi, al buscar con la mirada al espectro que debía ser Camila la vi detrás de dos mujeres idénticas pero con sutiles diferencias como
cicatrices y quemaduras
- ellas provocaron esta guerra cierto?- dije siendo escuchada por la joven a mi lado y a la vez por el espectro que había buscado, esta ultima solo asintió y antes de que Sofía pudiera responder algo volví a hablar- Si es así... las descuartizare
dicho esto mi cola hiso aparición y mis ojos se
tornaron rojos, Camila se alejo de las gemelas y al pasar por mi lado
me advirtió que no solo ellas eran mi enemigo, ella evitaría que la joven interviniera pues aun no era tiempo de que muriera, el perro demoníaco podía verla y entendió el mensaje, todo esto ocurrió en
apenas unos segundos en los cuales la joven princesa del cielo y del
infierno no tuvo tiempo de reaccionar, en cuanto el perro se la llevo
acompañado de mi parte humana me dirigí a las gemelas y en sus ojos
vi odio y temor, motivos no les faltaba, yo nunca debí despertar y
por causa suya aquí estaba, por lo menos aun no era una bestia
completa, para serlo faltaban dos fragmentos de mi existencia, uno
que era la bestia que realmente era mi parte humana y el otro que
estaba dividido en cuatro y eran los cuatro grandes dragones que volverían a mi en cuanto les llamara.
En un principio me moví lentamente para probar la velocidad de sus ataques, al ver que me atacaban seriamente me
deje llevar por el odio y rápidamente contraataque tomando a ambas del
cuello, lance una al suelo y en cuanto se levanto le permití ver como
mis garras crecían en torno a su hermana
-observa atentamente, para que entiendas el
grave error que cometieron al despertarme- dije para luego
arrancar uno de los ojos de mi presa con mi otra mano, me regocije al
escucharlas gritar de dolor, al ser gemelas sentían el dolor de la
otra y yo había hecho que ese vinculo se intensificara casi asiéndolas sentir como una sola lo cual poda ser peligroso si me
atacaran pues hasta sus poderes estarían unidos, pero no les daría tiempo de atacar por lo que introduje el ojo en la boca de su
hermana, la cual empezó a vomitar, levemente escuche a mi parte humana pedirme me detuviera, que acabase rápidamente con esto, pero
mi odio ya estaba desatado y torturarlas física y psicologicamente
era maravilloso, aun así ante sus suplicas y su llanto decidí acabar
con todo un poco mas rápido de lo planeado originalmente, atravece el
pecho de mi presa arrancándole el corazón y sabiendo que tenia unos segundos antes de que se desmayase y luego muriese le mostré como lo
reventaba, en cuanto su gemela intento atacarme use el cuerpo aun sin
muerte en su cerebro a modo de escudo enfureciendola mas y de reojo
observe a la princesa del cielo y del infierno, en sus ojos había asco y horror, junto a ella mi parte humana lloraba y en sus ojos una
clara suplica de que dejara las torturas y acabara rápidamente con la
restante, Camila siempre era tan sensible y piadosa con todos que tendía a acabar mi paciencia, escuche el batir de las alas de los
dragones que al parecer habían sido llamados por las lagrimas de
Camila
-ilusa-susurre para que solo ella me escuchase-
yo no tengo piedad, soy una bestia y no una bestia cualquiera, soy la
bestia sanguinaria y tu no deberías olvidar quien o mejor dicho que
eres, hoy todo acabara, tus suplicas por sus patéticas vidas no
serviran de nada- ella me entendió y cerro sus ojos privándome de
aquel tranquilizador verde que siempre me calmaba, odie mas a la que
aun luchaba contra mi, por su culpa ese verde me era negado, ya nada
me importaba, no esquivaba los ataques pues sanaba sobre la misma,
mis garras le abrieron el abdomen haciendo que sus órganos comenzaran
a salirse, pero no me detuve hasta destrozarla por completo, luego mi
gire hacia donde debía de estar la niña a la que mi parte humana
tanto cuidaba, pero no había nadie en esa colina, ni la princesa, ni
el perro demoníaco, ni el espectro, Camila me había abandonado, me
quede mirando esa colina hasta que un golpe me devolvió a la
realidad, al voltear a ver a mi atacante vi a la princesa
-¡TU! ¿Como te atreves siquiera a poner una
mano sobre mi?- grite mientras mi piel sanaba y desde el cielo los
dragones observaban atentos
-¡devuélvemela, devuélveme el alma ingenua,
inocente, alegre y desesperante de mi amiga!- grito Sofia
-tonta, ella ya no volverá, ni aunque yo lo
quisiera.... ¡ella me abandono! Y por eso tu morirás, hasta hace
poco ella se mantuvo a tu lado, a TU lado, no a mi lado, tu me la
quitaste al igual que las gemelas, por eso tu y todo este maldito
mundo morirá
comenzamos a pelear y a pesar de yo ser casi un dragón no podía vencerle fácilmente, ella me igualaba en fuerza incluso en velocidad
-NO TE DEJARE DESTRUIR AQUELLO QUE TANTO HEMOS
PROTEGIDO Y PRINCIPALMENTE ELLA.... Sombra...
se detuvo mirando hacia detrás de mi, al
voltear vi a Sombra, esa joven loba, de pelaje tan negro como las
noches sin luna, que desde siempre nos había acompañado, ella que
guardaba en su interior, con ayuda de un collar, una gran oscuridad,
camino hacia mi adoptando un aspecto humano para quitarse su collar
para poder luchar contra un ser ubicado en la colina que se alzaba a
mis espaldas, a su lado estaba Camila suplicándome con su mirada que
me detuviera
-lo siento- susurre y aprovechando la distracción de mi joven contrincante la ataque sin llegar a matarle
solo por recordar como ese hermoso verde se oscurecía por la tristeza
y por posar mis ojos en un joven a quien Sombra atacaba
-Croix- escuche susurrar tanto a la niña entre
mis zarpas como a Camila, instintivamente deje a mi actual presa y lo
ataque al tiempo que Sombra era dañada, el al no esperarse mi ataque
cayo al suelo y para mi sorpresa sus heridas sanaban rápidamente al
tiempo que de su cuerpo salia una gran oscuridad, Camila nuevamente
se pose junto a aquella a quien tanto protege y que ya había comenzado a sanarse mientras ángeles y demonios se reúnen en torno a
ella para protegerla y atacarme
-rindete Neiru, yo Sofía, la princesa del
cielo y del infierno no te dejare destruir este mundo
-ingenua, ya nada puedes hacer, si querías evitar esto debiste evitar la muerte de Camila- en mi voz había un
claro tono de dolor que tanto ella como Camila notaron
un rugido resonó a mis espaldas, el gran dragón negro habia aparecido y se elevaba hasta llegar al cielo, los
dragones elementales me rodearon haciendo que ángeles y demonios se
prepararan para atacar, Sombra se acerco lentamente a mi con una
herida aun sangrante en su brazo
-Neiru, el tiempo a acabado y ella lo sabe
aunque intente negarlo- dijo Sombra al tiempo que toda la oscuridad
que guardaba en su interior entraba a mi cuerpo junto a los grandes
dragones- esta oscuridad es de ustedes
-has sido una gran guardiana, por favor protege
un poco mas a ella que es la luz y la bondad- dije mientras me convertía completamente en dragón a pesar de no ser completamente la
bestia que era en realidad
Ante mis ojos Neiru se convirtió en un dragón blanco como la nieve, mas grande que una montaña, con filosas púas en su lomo y cola, en el cielo un negro dragón del mismo tamaño
pero con muchas las púas que ella rugía desafiante, en el momento en
que ella alzo el vuelo una fuerte ráfaga de viento nos golpeo, por alguna razón fui la única que no fue lanzada al suelo por ella, al
sentir pasos cerca mio deje de mirar a los dragones
-¿Sombra?- dije al ver como una joven de
cabello y ropas negras se convertía en un lobo y se quedaba a mi lado
-debes huir- me dijo
-¿que? NO, no pienso huir
-Sofia, el mundo sucumbirá ante la batalla
de estos dragones que no debían despertar, huye a otro mundo, debes vivir, eso quería Camila
-no me hagas reír, ella me abandono, tu
sabes muy bien como me a tratado desde que volví, así que dudo mucho
que ella quisiera yo viviese
- no te dejes cegar por el rencor y mira lo que te rodea- un rugido se dejo escuchar y al instante Sombra cayo inconsciente
mi vista paso de ella al cielo, donde ambos
dragones luchaban intentando dañarse, si el dragón negro usaba fuego
el dragón blanco usaba hielo, ambos poseían los mismos poderes y
sabiendo eso no se atacaban físicamente, no se cuanto tiempo paso
mientras observaba la batalla de esas bestias, solo se que a ratos sentía la presencia de ella cerca, guiada por la curiosidad observe
mi entorno, ángeles y demonios observaban la batalla, a mis pies
Sombra dormía, aquello que había estado lleno de vida ahora no era
mas que un paisaje lleno de muerte y a mi lado una joven de larga
cabellera castaña y vestida de blanco estaba arrodillada ¿rezando?, volví a mirar el cielo cuando reaccione, esa joven, o mejor dicho ese
fantasma
-¿Camila?- susurre volviendo a mirarla, por
respuesta ella me miro, sus ojos de un verde completamente oscuro y
carente de aquella luz a la que me había acostumbrado en el pasado,
fueron solo unos segundos en los que nuestros ojos se cruzaron,
segundos que me parecieron eternos esperando alguna respuesta, pero
ella simplemente se puso de pie y sin siquiera mirar a los dragones
hablo
-Neiru, deja de jugar, pelea seriamente,
destroza su cuello, desgarra sus alas
definitivamente ella no era Camila, no podía serlo, ella no era tan seria como aquella que estaba a mi lado, el
sonido de algo chocando me llevo a volver a mirar a los dragones, los
cuales ahora se enfrentaban físicamente, garras y fauces intentaban
dominar al contrario, en algún momento las garras alcanzaron las alas
contrarias desgarrandolas, la sangre de ambos caía como lluvia sobre
la tierra, con cada aleteo mas sangre caía, en lo que a mi me pareció un descuido del dragón blanco el negro le arranco un pedazo de cola,
al instante comprendí que no había sido un descuido, había sido una
trampa para poder arrancarle las púas del lomo, tanto las púas como
el pedazo de cola cayeron a gran velocidad sobre la tierra
destruyendo lo que encontraran en su caída, ninguno de los dragones
tenia intención de perder ni se inmutaban por las heridas en sus
cuerpos, con sus garras intentaban arrancar las escamas del
contrincante para así quitarle su protección natural y volverle
vulnerable
-la sangre del dragón de la oscuridad atraerá a este mundo mas seres como los que ya enfrentaste, así que
dime ¿huirás o estas preparada para morir?- escuche a la joven
hablar a mi lado y sin despegar mi vista de la batalla respondí
-no huiré y tampoco moriré, no soy tan débil como la reina de este lugar
-quizás tengas razón, puede que por ello dos
de sus guardianes estén a tu lado aunque ocultos a tus ojos, tal como
puede ser que estén por otra razón junto a ti
-¿que quieres decir?- volví a mirarla
-un duende y un hada están en este momento
junto a ti, ellos son el único motivo por el cual no estas bañada en
la sangre de los dragones, mira ya aparecieron los monstruos
seguí el trayecto de su mirada al tiempo en
que me preguntaba que hacían Shaylee y Sigamachi junto a mi si debían estar en el castillo cuidándolo.
En cuanto vi a los monstruos, di la señal
para que ángeles y demonios atacaran, tanto en la tierra como en el
cielo se libraba una batalla pero era la del cielo la que atraia mas
mi atención, de reojo volvi a mirarla pero ya no estaba y recien ahi
note que todo estaba cubierto de sangre excepto yo, un rugido, un
golpe, el dragon negro tenia sus colmillos en torno al cuello del
dragon blanco
-no... -fue lo que susurre, algo en mi
interior me decia que el no debia ganar- Neiru, no puedes perder
como si me hubiera escuchado ella invirtio
los lugares desgarrando, en el proceso, las alas de su adversario
haciendole caer, con sus alas reducia la velocidad de la caida
mientras ambos luchaban, una intentando destruirlo y el intentando
liberarse
-ya es tarde- escuche decir a mi lado pero
no habia nadie, estaba completamente sola en un campo de batalla
cubierto de cadaveres, a lo lejos divise a mi hermano alejarse lo mas
rapido posible, llendose a otra dimension al tiempo que ambos
dragones caian
-el equilibrio se a perdido, la oscuridad a
caido, este mundo ya no puede seguir
-¿que quieres decir?- pregunte a mi extraña
acompañante
-observa, el dragon negro y no puede
levantarse, asi mismo la dragona esta muy mal herida, ademas de ellos
eres la unica sobreviviente
Neiru arranco la traquea de su adversario y
comenzo a caminar lentamente asia mi con una clara actitud de batalla
a pesar de sus heridas, nuevamente mi acompañante habia desaparecido
dejandome confundida ante sus palabras, aun con todas las preguntas
en mi mente me pepare para defenderme, ella estaba mal herida y yo
sin daño alguno por lo que no seria una pelea justa pero eso no le
importo y dirigio sus fauces hacia mi dejando salir unas llamas mas
fuertes que las del mismo infierno las cuales debi esquivas volando
en un intento de encontrar un punto desde el cual controlarla hasta
calmarla, pero desde el cielo lo que antes fue un gran y verde valle
era ahora un desierto donde se alojaba la muerte, la tierra se partia
sola, grandes bloques de tierra se elevaban sobre otros, Neiru me
observaba con sed de sangre
-¿ahora lo entiendes? Este mundo ya este
mundo ya llega a su fin, debes huir ahora- dijo volviendo a aparecer
la joven desconocida
-no huire- le respondi mirandola, por
primera vez, atentamente, su largo cabello se extendia sobre la
tierra al igual que su vestido, su piel blanca como su vestido le
daba un aspecto cadaverico, pero sus ojos de un verde tan opaco y tan
carentes de vitalidad contrastaban con su piel, pero a ratos me
parecia ver en ellos esa vitalidad y luz que hacia tanto habia dejado
de ver en la reina.
Tan atenta estaba en observarla que olvide a
Neiru y a la destruccion en la tierra, hasta que una roca casi me
golpea seguida de la dragona, cuando esta volvia a arremeter contra
mi algo la detuvo y su expresion cambio, sus ojos se volvieron mas
dulces y una lagrima escapo de ellos, en el suelo nuestra
fantasmagorica acompañante oculto su rostro con su cabello al tiempo
que un par de delicadas alas surgieron en su espalda y se detuvo a mi
lado
-lo siento- fue lo unico que alcance a
escuchar antes de que todo se volviera blanco, y mis alas fueran lo
unico que me mantenian en pie
-has sido terca niña.... - escuche a mis
espaldas y al voltear vi a Neiru- ¿por que no te fuiste de esa
dimension como tanto se te dijo?
-por que no me ire sin destruirte- respondi
preparandome para atacar
-no seas ridicula, nada puedes hacer contra
mi... y menos en este lugar, ahora si fueras tan amable de calmarte,
tienes alguien a quien escuchar y mas te vale que mantengas tus
modales por que esa persona nos puede devolver a Camila, por lo que
veo ella si te importa, quizas aun quieres matarla tu y por eso
quieres tenerla de regreso, quieres tener la oportunidad de ser tu
quien destruya lo unico que a mi me importa de mi existencia
-no estas del todo equivocada, quiero de
regreso a mi amiga pero no para matarla, a quien matare sera a ti y
asi le demostrare que no por mi aspecto debe considerarme debil y
mucho menos mas debil que ella
-sigueme y encuanto yo te lo diga te
quedaras en siencio, no hablaras si no te hablan y por su puesto no
te moveras de donde yo te deje, tampoco puedes exijir nada si no te
responden algo no insistiras, esa mirada tuya no me agrada mas te
vale no le mires amenazantemente.... ahora avanza y no intentes nada
para mi todo era igual, blanco por donde
posara mi mirada, en mas de un momento estuve tentada en preguntarle
a Neiru si estaba segura de por donde avanzabamos hasta que ella se
quedo quieta y me dijo que no me moviera de ahi
-vaya... estaba casi segura de que no
obedecerias a Neiru- dijo una voz que no supe identificar de donde
provenia- perdona si no me vez, pero no tengo forma definida, al
igual que tampoco un nombre fijo, en la dimension en la cual
conociste a Camila inicialmente soy denominada Gaia
-¿Gaia?... asi nombraban algunas personas a
la naturaleza en general
-asi es, soy la creadora de la naturaleza,
la dadora de vida, aunque no actuo sola, somos 4 espiritus los que
trabajamos en conjunto, podria decirse que somos vida, sabiduria,
muerte e inocencia, pero eso es algo que no es de importancia para
ti, en estos momentos solo deseas golpear a Neiru, intentar salvar
una dimension que esta por ser destruida y recuperar a tu amiga,
lamento decirte que lo ultimo es casi imposible, pero si podras
verla, no debe de tardar en estar aquí
-¿Me llamo, gran Diosa?- hablo alguien a
mis espaldas, al girar la vi, estaba distinta pero esos ojos eran
definitivamente los suyos, su cabello castaño y ondulado sobrepasaba
por varios centimetros su estatura, vestia un sencillo vestido blanco
y en sus ojos se veia bondad, al verme realizo una suave reverencia
antes de hablar- joven princesa de dos mundos ¿por que no arranco
cuando se le pidio?
-Te e mandado a llamar pues con Neiru tienen
trabajo por hacer, deja dormir a Sombra que bien se lo merece, pero
antes... Joven Sofia, le presento a la heredera de la dinastia
celestial, ultima descendiente de la union de la dinastia de la Luna
y de la dinastia del Sol y unica encomendada a mi desde su
nacimiento, la Sacerdotisa Camilae
-No olvide, excontenedora de una gran
oscuridad... oscuridad culpable de la locura que llevo a la
destruccion de una dimension...
-no lo olvido, pero no te culpo por haberte
liberado de esa oscuridad, fue mi primo quien te lleno de ella antes
de que nacieras... ahora dime, ¿por que insististe en salvar a esta
joven?
- Sofia, no hubiera estado alli de no ser por mi culpa, si no me hubiera conocido ella seguiria llevando una vida normal, el que me conociera fue un error
- Sofia, no hubiera estado alli de no ser por mi culpa, si no me hubiera conocido ella seguiria llevando una vida normal, el que me conociera fue un error
-vida normal... yo creo que incluso sin
conocerte su vida no hubiera sido del todo normal-no entendia todo lo
que hablaban, lo unico que entendia era que Camila, o Camilae como se
llamaba realmente, al parecer habia intentado salvarme- ambas tendran
una nueva oportunidad de vivir, el tiempo volvera atrás en aquella
dimension, asi comprobaras si el conocerse fue un error o no, ¿que
opinas tu pequeña? como se esta decidiendo algo que tiene relacion
contigo tambien puedes opinar- dijo la Diosa
-yo no creo que fuera un error, si la conoci
fue por algo, ademas de no haberla conocido no hubiera encontrado a
mis padres- dije segura de mis palabras
-¿vez Camilae? Entonces esta decidido,
ambas tendran una nueva oportunidad de llevar una vida normal, ahora
Camilae, Neiru te espera y como sera la ultima vez que puedas ver esa
dimension puedes acompañarles Sofia, quizas ahi entiendas el por que
estas en este lugar ahora
-vamos Sofy, sigueme y ahora si respondere a
todas tus preguntas
la segui hasta que empece a ver colores a mi
alrededor
-explicamelo todo, desde el principio, lo
que ocurre- le exiji
-como escuchaste, soy una sacerdotisa de
“Gaia”, mi mision es juzgar dimensiones y aveces destruirlas, a
su vez al nacer yo estaba llena de oscuridad la cual fue liberada
cuando Sombra se volvio mi guardiana, es por mi culpa que su pelaje
cambio de gris a negro, Sombra al igual que yo pertenece a una
dinastia poderosa o mejor dicho a un clan, el clan de la Luna es un
clan de lobos unicos cada uno con distintas capacidades, la oscuridad
que se libero de mi adopto su propia forma y basicamente quiere
matarme, es ella la que manipulo la mente de las gemelas y es ella la
que alimento el poder de Croix, ahora... normalmente su forma es un
reflejo mio, solo que mas oscura, su cabello y ojos son negros
-¿que es lo que tienes que hacer ahora?
¿donde esta Sombra?
-ya lo veras, Sombra esta durmiendo
protegida de todo... ya llegamos
-tardaron mucho- dijo Neiru pero al rato
sonrio
-comencemos- respondio Camila tocando a
Neiru quien al tacto volvio a transformarse en un dragon blanco solo
que esta vez de un aspecto mas fino y elegante, mientras se
transformo en un felino del porte de un puma pero con ocho largas
colas y se alejaron del lugar en el que estaba
mientras Neiru quemaba todo, Camila con sus
colas cortaba todo, asi mismo con sus garras levantaba grandes trozos
de tierra que se reducian a polvo en el aire o entre las fauces de
alguna de las dos, mientras las veia algo llamo mi atencion, un
cuerpo se encontraba entre dos grandes trozos de tierra, Neiru al
pasar cerca de el lo tomo y me lo lanzo... era mi cuerpo y entre mis
ropas el diario que Camila habia comenzado a escribir, lo tome y
comenze a escribir mientras ellas eliminaban todo lo que en algun
momento fue un lugar lleno de vida, cada vez se hacia mas pequeño,
podia ver a la gente correr intentando salvarse, pero todo era en
vano, en determinado momento ambas se miraron y Neiru volvio a ser
parte de Camila quien en sus cuatro patas llego a mi lado antes de
adoptar el aspecto que para mi era el normal de ella
-ya es suficiente, no debi dejar vieras tu
cuerpo... duerme, ya es tiempo de olvidar
en cuanto le induje al sueño recupere el
diario y tomando con cuidado el espiritu de aquella que fue mi amiga
la lleve a la dimension del inicio, una vez alli la deje junto a
Sombra y volvi a adoptar mi verdadera forma, desde aquí la otra
dimension era muy pequeña ya, asique simplemente me la comi
-yo me encargare desde ahora, tu tambien
olvidaras, asi este diario quedara a salvo y nadie podra saber quien
eres en realidad, en tu interior sera oculto y seras su guardiana
-pero si olvido ¿como podre seguir
sirviendole? ¿es justo para ella y su familia el que olvide todo?-
le pregunte
-sus padres estuvieron de acuerdo en que es lo
mejor para protegerla, en cuanto a ti... parte de tu alma no
olvidara, pero sera como si no existiera mas que en el momento en el
que cumpla con su deber, tu por el contrario viviras tranquila en dos
dimensiones, una que sera la misma que esta joven y la otra una
dimension similar a la que a sido destruida pero que nacera para
protegerte, ahora descansa que despues tendras que aprender por ti
sola y recordar por tu cuenta a Sombra a quien no podras ver hasta
que estes lista para volver a verla, pero si podras sentirla u tal
vez oirla
poco a poco el sueño me invade por lo que me
recuesto junto a Sombra y bajo sus patas deslizare este diario
confiando en las palabras de la Diosa de la vida
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arriba: la princesa del cielo y del infierno ante Neiru abajo: Sombra durmiendo sobre un diario derecha: la sacerdotisa Camilae en tres de sus formas |
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